Es de vital importancia que los padres os involucréis en el tratamiento del niño. Evitad usar expresiones negativas como «si no vamos, no te compro esto», palabras como aguja, pinchazo, dolor. Nunca condiciones la visita al dentista a una recompensa positiva en la medida de lo posible.
Explicad en que consiste la visita, qué vamos a hacer, todo de una forma natural con expresiones sencillas que el pueda entender.
Como norma general al niño se le somete a una primera visita, en la cual nos presentamos, nos conocemos, donde el pueda ver que no ocurre nada, que solo miramos sus dientes. En esta primera visita verá la clínica, se familiarizará con los instrumentos y con el personal. A los niños no hay que contarles toda la verdad pero tampoco hay que mentirles.
Hay que hacer entender a los más pequeños que acudir al dentista es de vital importancia para mantener una dentición sana y que los dientes se curan de diferente manera que experiencias que hayan podido tener con otros profesionales de la salud o tratamientos simples como por ejemplo «una tirita».