¿A qué se debe la sensibilidad dental?
La sensibilidad dental es una percepción de molestia e incluso dolor por agentes físicos cuando los dientes entran en contacto con alimentos fríos o calientes, al respirar aire frío o por agentes mecánicos como al pasar el cepillo dental en una técnica incorrecta.
Si bien la sensibilidad dental puede estar causada por muchas enfermedades, como la caries o una enfermedad de encías muy avanzada que hace que se expongan las raíces de los dientes, nos centraremos en la sensibilidad dental en general. Para ello debemos de conocer de una manera muy general como se organiza el diente en el cuerpo humano y en sí mismo.
El diente está formado por varios tejidos que crean varias capas, igual que una cebolla. Pero además el diente por sus características anatómicas podríamos diferenciarlo a su vez en dos partes, la corona y la raíz del diente. La parte que veis los pacientes es la corona, la porción blanca que se muestra a través de la encía, con la que masticamos y que tanto nos gusta ver de color blanco en la boca. La otra parte sumergida en la encía se llama raíz. El diente es por tanto como un iceberg, donde la raíz que es la parte más importante está sumergida en el hueso cubierto por la encía.
En la parte que está expuesta en la boca, la corona, desde fuera hacia adentro, tenemos el esmalte dentario que cubre a la dentina y esta a su vez a la pulpa donde se encuentra el nervio que recoge la información de los estímulos que recibe el diente. En la parte de la encía, recordemos, como un iceberg está la raíz sumergida y en ésta de fuera hacia adentro el cemento, la dentina y la pulpa.
Como hemos visto era necesaria una pequeña introducción anatómica para poder describir la sensibilidad dentaria que puede proceder de dos zonas distintas: la corona o la raíz.
Causas de la sensibilidad dental
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Sensibilidad en la corona del diente
Si el esmalte del diente se ha erosionado o perdido por diversos motivos, la dentina que es la siguiente capa esté expuesta o poco protegida produciendo sensibilidad al frío. Esto ocurre con frecuencia en pacientes bruxistas que han desgastado el esmalte por rechinar, de ahí la necesidad de una férula de descarga.
Si hay una caries también puede producir sensibilidad al frío, calor y al comer ciertos alimentos ácidos o con azúcares.
Si se ha mordido algo fuerte como un pequeño hueso presente en algún alimento, se puede producir una fisura en el diente que produzca sensibilidad dentaria o dolor.
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Sensibilidad en la raíz del diente
Si debido a una técnica de cepillado agresivo desgastamos es esmalte en el cuello del diente, apartaremos la encía y desgastaremos además el cemento radicular. Esta porción del diente queda expuesta al medio produciendo sensibilidad con alimentos fríos sobre todo. En muchos casos será necesario recubrirlo con un empaste para proteger el cuello del diente o mediante una cirugía plástica mucogingival, esto es, añadir encía.
Si una caries es muy grade también puede afectar a la raíz produciendo sensibilidad al frío.
Si un paciente padece enfermedad periodontal (piorrea), la recesión o pérdida de encía hace que las raíces de los dientes no estén protegidas por el hueso-encía y estén expuestas, originando así la sensibilidad al frío-calor.
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Sensibilidad en general
De forma genérica muchos pacientes podemos tener sensibilidad a alimentos fríos. Yo mismo no soporto muy bien comer helado, y no padezco de caries, enfermedad de las encías o desgastes oclusales. A veces se tiene una sensibilidad aumentada a ciertos estímulos o los percibimos de manera diferente de unos humanos a otros.
Tratamiento de la sensibilidad dental
La sensibilidad generalizada puede combatirse de diferentes maneras, la más fácil y que además se soluciona sin ningún tipo de intervención es mediante el uso de pastas que previenen la sensibilidad dental. Recomendamos siempre que se consulte al odontólogo y la compra en farmacias de los productos de higiene dental.
Si está padeciendo de sensibilidad dental le recomendamos que pida cita con nosotros en Pinto y zona sur de Madrid.